15. Unos personajes interesantes del antiguo Perú son los Chasquis ¿Qué nos pueden decir?

    María Elena:

    En palabras del Inca Garcilaso de la Vega:

    -Llamaban Chasqui, a los correos que había puestos por los caminos para llevar con brevedad los mandatos del rey, y traer las nuevas y avisos que por sus reinos y provincias, lejos o cerca, hubiese de importancia.

    En lengua quechua "el que da y recibe" (haskiq o chaskij) iba calzado con unas ojotas (sandalias), llevaba una trompeta de concha: pututu, la hacía sonar alertando al siguiente corredor de su llegada, en los quipus llevaban la información y un Q'ipi, (quechua: atado, carga o bulto) donde llevaban una porra y una honda (estaban obligados a ello porque solían llevar información importante) además de coca para aliviar los efectos de la altura y mercancías especiales para el Inca y la nobleza, como pescado fresco o mullu, una variedad de ostra espinosa. En la actualidad el Q'ipi es conocido como lliclla y permite a las madres levar a sus hijos pequeños en sus espaldas y teniendo las manos libres. En la cabeza llevaba un penacho de plumas blancas

    Se entrenaba para tener una excelente memoria. Cuando hacían el intercambio dos chasquis, uno transmitía el mensaje y otro lo recibía, corrían juntos un tramo, lo repetía varias veces -en voz alta- hasta memorizarlo. Tenían obligación de guardar el secreto, el castigo por comunicárselo a un desconocido o falsear una noticia, era la muerte.

    Si algo nos sorprende más de los últimos 100 años, es el progreso de las comunicaciones. Todo el mundo, en pocas horas o días, pueden estar en cualquier lugar hasta en la Estación Espacial Internacional. Los objetos se mueven a la misma velocidad, si pensamos en la información, resulta poco más o menos instantánea su presencian en dos computadores a través de Internet.

    Para casi todos nosotros la vida comenzó sin teléfono, sin televisión y por supuesto sin Internet. La comunicación era mucho más lenta, recuerdo cuando llegué a España, me reunían con mi hermana para, desde la sede de Telefónica en Madrid, llamar al Perú -a mis padres- una vez al mes. El teléfono era un lujo, pero te conectaba de inmediato. Ahora con las videollamadas nos podemos ver y casi tocar, tal vez por ahí pueda avanzar el futuro.

   Eso facilita ver la importancia de los Chasquis, jóvenes capaces de llevar objetos e información entre los parajes del imperio incaico.

Pedro:

    Los Chaquis formaban parte de la maquinaria de comunicación del Cusco y con todos los pueblos del Imperio. A veces llevaban pescado, lo entregaban fresco en unos pocos días, del mar hasta la cocina del Inca, recorriendo una distancia de 600 kilómetros en ascensión en solo tres jornadas, o llevaban mensajes del Cusco hacia Quito en una semana.

    -Gracias a Inti, -nos dijo uno de ellos en la novela- a mí me corresponde una etapa de todo ese recorrido. Además, tiene una ventaja: cuando se lleva algo pesado, vamos dos o tres y hasta podemos ir conversando, tal vez la parte más dura de nuestra misión es la soledad. El esfuerzo de la carrera se compensa con la coca, somos los únicos autorizados, junto con algunos privilegiados, a mascarla aunque solamente durante la carrera.

     Los tambos y tambillos se alternaban a distancias de 40 o 50 km, un día de marcha -en palabras de Felipe Guamán- de una cuadrilla de llamas cargadas con bultos.

    Los cálculos nos presentan las siguientes velocidades:

    -Los atletas del Maratón: 42 km en dos horas, 21 km por hora.

    -Los Chasquis: 320 km en un solo día, casi 14 km por hora.

    Con la dificultad añadida de la altitud (falta de oxígeno) y lo accidentado del terreno (subidas y bajadas). Eran auténticos atletas de élite, cada carrera era un nuevo entrenamiento para la galopada del día siguiente.

    No todos los Tambos estaban a la misma distancia pues depende de las dificultades del terreno. Lo normal era correr poniendo todas las fuerzas. Como siempre hacen el mismo trayecto, un día: ida al más cercano y al día siguiente: vuelta al propio. Algunos iba midiendo el tiempo invertido, con el deseo de haciéndolo cada vez con más rapidez y poder dedicarse a otras cosas.

   Todos los días conseguían grandes proezas.

    Los españoles quedaron impresionados por su eficacia. Por ello siguieron actuando en la época del Virreinato.

    El cronista Pedro Cieza de León nos dice:

    -"Los incas inventaron un sistema de postas que era lo mejor de lo que se pudiera pensar o imaginar; las noticias no podrían haber sido transmitidas a mayor velocidad ni con los caballos más veloces".