Un día especial: el 24 de diciembre.


Maria Elena:


    En ningún lugar de los Evangelios, se menciona el día del nacimiento de Jesucristo, se puede aproximar el año, pero no se tienen datos sobre el día. Sin embargo, una noticia nos puede desconcertar: los pastores pasan la noche al raso con sus rebaños. Entonces, no podía ser en la época invernal, pues las noches de diciembre -en Belén- se enfrían hasta los 6º o 10º de temperatura.

    Algún estudioso habla de pastores de ovejas de lana negra, animales considerados impuros en el judaísmo, por eso no podían refugiarse en los rediles, debían pasar la noche a la intemperie con sus pastores en cualquier mes del año. El Evangelio habla de turnos de guardia, los pastores se turnaban en las noches frías, esto nos habla de la posibilidad de ser diciembre o enero.

    La Iglesia empezó a celebrar el nacimiento de Jesús la noche del 24 de diciembre, hasta llegar a llamarla Noche Buena. Los primeros cristianos vivieron su fe en medio de dificultades y persecuciones. La celebración de las fiestas paganas y las cristianas eran motivo de disputas sociales y políticas.

    Con el propósito de pacificar dichos enfrentamientos, y cristianizar las fiestas, el emperador Constantino el Grande -hijo de mi patrona Santa Elena- con el apoyo del papa Julio I, hizo coincidir las fiestas paganas de las Saturnales (Solsticio de Invierno) con la celebración del nacimiento del Mesías. De este modo se celebraría en esta fecha el nacimiento del Hijo de Dios.

    El solsticio era un acontecimiento festejado por muchos pueblos del Hemisferio Norte como un nuevo renacer del ciclo de la vida, al aumentar -paulatinamente- las horas de luz solar y Cristo-Jesús, es el Verdadero Sol naciente.

    No tiene nada de extraño que de muchos personajes se ignore la fecha del nacimiento; al morir son conocidos por sus gestas y ese día sí queda consignado, pero se ignora la fecha del nacimiento, todavía eran desconocidos.

Pedro:

    En el Tahuantinsuyo se celebra el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Inti Raymi o Fiesta del sol poderoso (en quechua, Qhapaq Inti Raymi) esta fiesta daba nombre al mes convirtiéndolo en el primer mes del calendario incaico.

    Para ellos el año tenía 360 días, se dividía en 12 lunas, cada luna tenía 3 semanas de 10 días.

    Esta fiesta era el equivalente del Inti Raymi celebrado en junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, sin embargo, vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completaría el ciclo de vida del Sol. Coincide su fecha con el solsticio de invierno boreal festividad del nacimiento de Jesús

    Durante la fiesta de Cápac Inti Raymi, por su solemnidad civil y religiosa, no se permitía a los forasteros permanecer en el Cusco mientras se desarrollaban sus ceremonias. Sacaban a la plaza del templo, las imágenes del Sol y los cuerpos embalsamados de los Incas, para festejar y beber chicha con ellos como si estuvieran vivos.

    A lo largo del mes eran sacrificadas 100 llamas, y sus cuerpos eran quemados con olorosa leña de quinua.

    En la crónica de Guaman Poma de Ayala, en el capítulo sobre los meses del año,​ dice:

    DEZIENBRE, Capac Ynti Raymi (festejo del señor sol):

   Que en este mes hacía grandes sacrificios al sol, mucho oro y mucha plata. Que entierran quinientos niños inocentes y niñas; lo entierra parado vivo con sus vajillas de oro y de plata y mucho mullu (concha) y ganados. Y después del sacrificio hacían grande fiesta; comían y bebían a la costa del sol y danzaban Taquies (danza ceremonial).

    No podemos encontrar relación entre esas niñas y niños y los inocentes muertos en Belén por orden de Herodes, pero cuando se piensa, es muy difícil no horrorizarse.

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A orillas del Virú - 2021
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